Las personas con diversidad funcional intelectual tienen algunas limitaciones para funcionar en su vida diaria. Les cuesta más aprender habilidades sociales e intelectuales para actuar en diferentes situaciones y aparece antes de los 18 años.
La diversidad funcional intelectual no sólo tiene que ver con la persona. También tiene mucho que ver con el contexto social y cultural asi como la actitud de todas las personas que lo conforman. Es por ello que en entornos inclusivos las personas con diversidad funcional intelectual pueden desarrollar todas las habilidades y capacidades que poseen., ya que estas se expresan en la relación con el mismo. Por tanto, depende tanto la afectación de la diversidad funcional, afectará no únicamente en función de la propia persona si no también de las barreras físicas, cognitivas y comunicativas que existen alrededor.
Este trastorno, definido en el DSM-V, implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares.
Si logramos un entorno más fácil y accesible, las personas con diversidad funcional intelectual tendrán menos dificultades, favoreciendo las posibilidades de participación, acceso y aprendizaje en el entorno social, cultural y educativo y, por tanto, se reducirán significativamente los problemas referentes a estos ámbitos.
Es importante señalar que:
• No es una enfermedad mental.
• Son ciudadanos y ciudadanas como el resto, con plenos derechos.
• Cada una de estas personas tienen capacidades, gustos, sueños y necesidades particulares. Como cualquiera de nosotros.
• Todos/as tienen posibilidad de progresar con los apoyos adecuados. Hay muchos tipos y causas diferentes que originan la diversidad funcional intelectual, dependiendo de la etiología, ya sea congénita, cromosómica, por traumatismos, etc.. . También depende cuando se origine, pudiendo aparecer de forma prenatal o antes de que un bebé nazca; perinatal, durante el parto o postnatal por infecciones, traumatismos, malformaciones… siendo diagnosticada siempre de forma previa a los 18 años.